Saturday, January 14, 2006

Cara y sello

Hoy nuestros vecinos bolivianos deben ir a las urnas, para decidir su futuro político.

Los candidatos con mayores opciones, Evo Morales y Jorge "Tuto" Quiroga, presentan propuestas opuestas, que recuerda al Chile de hace 40 años, cuando unos proponían ir al norte y otros al sur. Qué distinto de nuestra actual situación, en que las diferencias entre los candidatos son sólo de matices; es la consecuencia del desarrollo de los países, mientras más desarrollados, menos diferencias en el modelo económico-social. En EE.UU. se dice que la diferencia entre republicanos y demócratas es que unos van a misa de diez y otros a la de once.

Evo propone nacionalizar los hidrocarburos, fijar los precios, erradicar el neoliberalismo ( doctrina que no entiendo por qué es tan vilipendiada), ser muy amigo de Chávez y Fidel, y por supuesto volver a cultivar la coca sin restricciones, todo esto difundido en una millonaria campaña con financistas desconocidos, aunque sí sospechados.

Recuperar las plantaciones de coca no es algo que cuente con las simpatías de EE.UU., que logró que Paraguay le entregara una base militar desde la cual no tendrán inconvenientes en "insinuar" a Bolivia que no aceptará provocaciones ni malos ratos.

"Tuto" Quiroga es el revés de la moneda: atraer capital extranjero, lograr tratados de libre comercio, integrarse al mundo, para lograr la riqueza que les permita salir de la pobreza. Pero va segundo en las encuestas, y su posibilidad radica en que lo elija el Congreso, que se supone será más "anti-Evo" que "anti-Tuto", posibilidad que Evo ha dicho aceptará, aunque anticipó que no podrá contener al pueblo.

Uno de los problemas es que Bolivia no delega directamente en la ciudadanía la decisión de elegir entre los dos primeros, posiblemente porque los partidos políticos prefieren "negociar" la elección del Presidente, pues así se puede "despostar" la presa con mayores ventajas.

Lo que suceda en Bolivia los afectará principalmente a ellos mismos, pero no es intrascendente para Chile, especialmente para el norte, quien resulte electo. No hay situación más conveniente para nosotros que nuestros vecinos logren la prosperidad con la mayor premura, pues con vecinos ricos se puede intercambiar con ventajas para ambos, por lo que debemos desearles lo mejor.

Vacas gordas y vacas flacas (II)

Por falta de espacio en mi columna anterior no pude terminar mi análisis del informe económico del ministro de Hacienda, por lo que ahora espero concluirlo.

A mi parecer estamos adoleciendo de una falta de análisis crítico de la realidad, los economistas por su preparación técnica, se complacen con los resultados de las cifras, normalmente trabajan en una burbuja sin advertir o escuchar las muestras de que algo no está resultando como lo indican las estadísticas, (un buen ejemplo de esto es que cuando una persona se come un pollo y otra no come nada, según las estadísticas ambas se comieron medio pollo). ¿Cuántos ministros de Hacienda nos han visitado en los últimos años? ¿O ha sabido usted de visitas de éstos a regiones? Lamentablemente su respuesta confirmará mi crítica.

Es función de la autoridad preveer los cambios y sus amenazas, y en un país tan centralizado como el nuestro es indispensable que todas sus autoridades se empapen de la realidad de cada región, que por ser tan diferentes, lo son también sus realidades, y quizás la más especial sea la nuestra, dada su condición única de bifronteriza, por lo que la situación económica de los países vecinos nos afecta tanto o más que la situación de nuestro país, por lo que nuestras soluciones deben ser analizadas en este contexto. Es de esperar que dadas las holguras económicas anunciadas las autoridades se den el tiempo de viajar por el país, a fin de estudiar los particulares problemas de cada zona. El hecho de ser el último año de este gobierno no debiera limitar su accionar ni menos sus obligaciones para con Chile y su futuro.

Comparto la opinión de la mayoría de los sectores políticos en el sentido que la llave maestra para lograr que el crecimiento llegue a todos los chilenos, es fortaleciendo la pequeña y mediana empresa, la cual genera el 80 % de las fuentes laborales, pero: ¿Cuán cercano o lejano está el dicho del hecho? Si usted le pregunta a cualquier PYME acerca de esta situación, en su inmensa mayoría será crítica por la situación que las afecta, y más crítica aún por el trato que reciben de los organismos de control, que en su gran mayoría más que apoyarlas les agravan sus problemas. No se puede seguir aplicando las mismas leyes y exigencias a éstas como a las grandes empresas.

Cómo no va a ser útil una visita del ministro de Hacienda para escuchar en vivo los problemas y buscar soluciones a nuestra alicaída economía.

Espero que el ministro Eyzaguirre lea “La Estrella de Arica” o alguno de sus amigos le faxee este artículo.