Sunday, May 21, 2006

¿Es Lan el culpable?

Motivo de preocupación y polémica causó en Arica el anuncio de LAN Chile de suspender los vuelos entre esta ciudad y La Paz.

El ariqueñismo surge con todas sus fuerzas para reclamar por esta decisión que nos parece atentatoria contra el desarrollo de nuestra ciudad, sin considerar ni comprender las razones de esta determinación.

En primer lugar, debemos concordar que ninguna empresa abandona una actividad que le resulte rentable. Por lo tanto, debemos descubrir cuáles son las razones por las cuales LAN decidió dejar de servir esta ruta. Evidentemente, no fue porque fuera rentable, y no podemos suponer intenciones de perjudicar a Arica por alguna motivación inexplicable, por lo que debemos buscar explicaciones racionales a una decisión económica, y llamarnos a una autocrítica para buscar las tareas que no estamos realizando en buena forma, para evitar que nuestra ciudad vaya perdiendo importancia e interés para visitarla.

Claramente no bastan un aeropuerto nuevo, ni que este cuente con "mangas" (puentes de embarque) y una doble pista de acceso a la ciudad, para detener y revertir nuestra deteriorada situación económica, que se ve reflejada en que somos la décima ciudad de Chile en cantidad de pasajeros que usan los servicios aéreos, situación que sólo será revertida en la medida que seamos capaces de crear condiciones convenientes para quienes nos visiten, ya sea por razones comerciales o turísticas.

Lamentablemente, los aviones vuelan con combustibles, y no con motivaciones sentimentales.

LAN adoptó una medida racional en términos económicos, que no es criticable, pues debe responder a sus accionistas. Lo lamentable es que no seamos capaces de crear condiciones favorables para que nuestra ciudad sea un punto interesante para ser visitado. Los 20 pasajeros semanales que utilizan el servicio aéreo entre La Paz y Arica no justifican el mayor costo de aterrizar en nuestra ciudad, la cual cuenta con un servicio terrestre que dejó fuera de competencia al transporte aéreo.

Hace años la línea aérea boliviana Aerosur ofreció vuelos Arica-La Paz a mitad de precio, y no tuvo respuesta. ¿De quién fue la culpa?

Algo no estamos haciendo bien, y sería conveniente mirarnos el ombligo, en vez de buscar culpables externos a nuestros males.

Sunday, May 07, 2006

Volver a los diecisiete

El discurso anunciando la nacionalización de los hidrocarburos de Evo Morales, tuvo para mi al menos algo placentero; hizo sentirme nuevamente como si tuviera 17 años (tengo 59), pues en aquellos tiempos escuchábamos en Chile las mismas arengas populistas, demonizando a adversarios o países, como los culpables de sus desventuras, sin hacer el mínimo esfuerzo de autocrítica para analizar las verdaderas razones de la pobreza.

Chile, con un discurso parecido durante el gobierno de Allende, también nacionalizó el cobre, negando a las compañías extranjeras una indemnización, aduciendo que las excesivas ganancias obtenidas eran suficiente pago. (Recordemos que en tiempos de Frei Montalva el precio del cobre fue mayor que el actual a valores reales).

No fueron pocos los problemas que debió enfrentar ese gobierno, especialmente con EE.UU., que obtenía embargos legales del cobre cuando llegaba a puertos extranjeros. Luego, el gobierno militar negoció con las compañías confiscadas a fin de terminar los conflictos y generar confianzas para atraer nuevas inversiones.

No está claro cómo enfrentará Bolivia esta temática, pero lo que a primera vista puede parecer muy conveniente, a la larga puede resultar muy negativo.

Se supone que el Estado boliviano aumentará significativamente sus ingresos, pero la duda es si sabrán invertirlos adecuadamente, o se esfumarán en burocracia, corrupción o inversiones de nula rentabilidad. La contrapartida es que la desconfianza ahuyentará la inversión extranjera, como ya fue anunciado, con lo cual el balance será negativo, pues está archiprobado que el desarrollo sostenido sólo se logra con inversión privada.

Hay voces que advierten que esta medida es una jugada política para ganar la próxima elección de la Asamblea Constituyente que elegirá a quienes dicten la nueva Constitución boliviana. Con un amplio triunfo, Morales podrá redactarla a su antojo y capricho, más guiado por los problemas coyunturales, que velando por una Carta Magna que otorgue estabilidad política de largo plazo.

Tenemos el ejemplo de Fujimori en Perú, que tras disolver el congreso, con amplio apoyo popular, logró dictar una Constitución a su medida con los resultados ya conocidos.

Por ser muy conveniente para Chile que le vaya bien a sus vecinos, ojalá acierten.