Sunday, June 24, 2007

Indio privatizado campeón

No soy hincha de Colo Colo (soy de la "U"), pero me alegro por su tricampeonato.

Las razones son varias: en primer lugar porque me cae muy bien Claudio Borghi, tiene un gran sentido del humor y de la ironía, sus declaraciones son respetuosas, mesuradas, y con los pies bien en la tierra, ya que no es asiduo a vanagloriar o magnificar las dotes de sus jugadores (como suelen caer en ello fácilmente varios comentaristas deportivos). Haber jugado en los clubes y selección top del mundo le da una visión y parámetros para ver la realidad de nuestro fútbol con gran objetividad. Bien por él.

El otro motivo de satisfacción es constatar cómo en un par de años de ser una institución en bancarrota se ha convertido en un club exitoso, tanto en lo deportivo como en lo financiero. La pregunta obvia es: ¿Qué hizo la diferencia?

La respuesta es muy sencilla. Ahora el club tiene dueños conocidos que aportaron el capital para su funcionamiento, y es su interés que éste logre rentabilidades, las que sólo son alcanzables si se logra triunfos deportivos.

Antiguamente, y actualmente en otros clubes, la gestión económica era secundaria para los dirigentes (excepto los mecenas), y ante las crisis la más natural de las actitudes era la renuncia, el club quedaba con las deudas y el ex dirigente libre de polvo y paja.

¿Acaso los colocolinos han dejado de ser fanáticos de su equipo por el cambio de status propietario o dejan de gritar los goles, o admirar a sus ídolos o ir al estadio? Por supuesto que no, a pesar de todos los gritos y reclamos que en su momento se vertieron porque el "indio" era del pueblo y no se debía vender.

¿Sabe por qué los elefantes, que no se comen, están en extinción, y los vacunos o los pollos que sí se comen, aumenta su masa constantemente? Muy fácil, porque los primeros tienen dueños y los segundos no. Por lo mismo, el precio del salmón baja constantemente, y el de la corvina sube, a pesar que al salmón hay que criarlo y alimentarlo, y la corvina se captura gratis y gordita. Por eso es tan cierto el refrán que dice "en el árbol de la calle nunca maduran los frutos".

El secreto está muy probado, lo que tiene dueño conocido crece y prospera, lo que no tiene dueño o es de "todos" que es casi lo mismo, languidece o es mal administrado, por esto:

¡Vivan las privatizaciones!

¿Soberanía Compartida?

El canciller Belaúnde de Perú declaró que la idea de "soberanía compartida" de la ciudad de Arica, era una idea del embajador boliviano en Lima.

Independiente de quien sea el propietario de la idea, ésta al igual que cualquier otra, merecen ser escuchadas y debatidas. No existe avance de la humanidad que no haya nacido de una idea, aunque en más de una oportunidad esta fue calificada de locura.

"Soberanía compartida" se entiende como una especie de sociedad con más de un dueño, por lo que al igual que en cualquier sociedad, cada socio hace un aporte para constituir el nuevo ente, pero en este caso la sociedad propuesta tendría un solo socio aportante que sería Chile, lo que a todas luces no parece equitativo.

La idea puede tener distintos nombres: Soberanía compartida, Ciudad internacional, Polo de integración, Zona económica especial, etc., etc., pero lo interesante a debatir es qué medidas concretas se deben adoptar para lograr transformar a Arica en una pujante ciudad de servicios al comercio internacional, al turismo y otras actividades económicas.

Las Cámaras de Comercio de Tacna y Arica solicitaron hace tiempo trasladar los complejos aduaneros limítrofes al sur de Arica, y al norte de Tacna, idea que está esperando su tiempo de maduración. El conocido economista ariqueño Juan Villarzú, es bastante más audaz, y propone crear una zona económica entre la Región de Tarapacá, los departamentos de Tacna y Moquegua, y todo Bolivia, lo cual en la práctica constituiría casi otro país en términos económicos.

Todo lo anterior tiene un denominador común, y éste no es otro que el hambre que se está manifestando crecientemente por mayores campos de acción, por acceso a mejores mercado, y por la cada vez más evidente necesidad de asociatividad entre pequeñas economías para satisfacer las necesidades de enormes mercados, que cada uno por sí solo no tiene posibilidades de enfrentar con relativo éxito.

Chile no sólo tiene la ventaja de sus puertos, sino que de mayor certeza jurídica, sólido sistema financiero, sanidad fitosanitaria, con un controlador (SAG) de prestigio internacional, un empresariado pujante, la economía más abierta de Latinoamérica, etc., etc. , todos ingredientes insustituibles para el éxito de una empresa de esta envergadura, a los cuales sólo le falta una decisión política audaz para hornear una muy buena " torta".