Hace algunos dias se produjeron dos hechos simultáneos, sin mayor relación entre ellos, pero bajo mi percepción dos claras señales del nuevo escenario mundial que va mostrando el nuevo siglo.
Con mucha nostalgia se realizó el último vuelo comercial del avión Concorde, orgullo de la industria aeronáutica europea, emprendimiento casi personal del legendario Presidente francés Charles de Gaulle. En el otro lado del mundo todo el pueblo chino, encabezado por su Primer Ministro, celebraba el éxito de su primera misión espacial tripulada, muestra evidente del progreso arrollador de ese país.
El crecimiento económico chino de las últimas décadas ha promediado el 10 % anual (cada 1 % de crecimiento chino equivale a un Chile; es decir, crecen diez Chiles al año). Se pronostica que a fines de esta década serán la segunda potencia económica del mundo, superando a Japón, para superar a Estados Unidos alrededor de 2030.
¿Cómo palpamos este hecho en Chile? Muy fácil. Basta fijarse en la etiqueta de los productos que adquirimos, la mayoria dice " Made in China ", llámese electrónica, textiles, menaje, etc. etc.
Por otra parte, casi no quedan en Chile industrias de esas áreas. Esta devastación de empleos que está provocando China no solo afecta a Chile, sino a todo el mundo. Hace poco tiempo "Levis", el creador del "blue jean", anunció el cierre de sus últimas tres fábricas en Estados Unidos y Canadá, suprimiendo 3.000 puestos de trabajo, para trasladar a China toda su producción.
La crisis que afecta a casi toda Latinoamerica tambien es producto de la invasión comercial china. No tenemos en América Latina una industria de tecnología, sino más bien de bienes básicos, por lo que son fácilmente reemplazables por aquellos, dado su menor costo. No será fácil encontrar en el corto plazo empleos alternativos que permitan sortear la cesantía en aumento que estamos sufriendo.
El ingreso de China a la OMC les facilitará aún más su comercio exterior, eliminando por ejemplo las cuotas que Estados Unidos les otorga para importar textiles, tras lo cual se estima que éstas se duplicarán, desplazando a otros paises, especialmente los subdesarrollados de esta actividad.
Pero todo esto no son sólo malas noticias. También tiene un lado bueno: China aumentará tambien sus compras. A diferencia de los japoneses, los chinos son bastante consumistas, y ya se ven en ese país "malls" que no tienen nada que envidiar a los mas elegantes del mundo. De ahí que Chile está haciendo muy bien en el acercamiento a ese país. Con vino, frutas, metales, etc., podremos devolverles este "ataque", sino..., que Dios nos pille confesados
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